Ante la pregunta de dónde y cómo se tratan los problemas de alcohol  suele haber pocas respuestas. Quizás esta sea una de las razones, que no la única, por las que muchas personas con trastornos por uso de alcohol no acuden a tratamiento.

Recientemente, una persona que había leído mi libro sobre preguntas y respuestas me comentaba que le había gustado mucho, pero que había echado en falta un apartado donde se pudiera orientar al lector sobre dónde se puede acudir a solucionar estos problemas.

La entrada de hoy va a tratar de paliar, aunque sea mínimamente, esta pregunta.

¿Cuándo ha llegado el momento de pensar en un tratamiento?

Los problemas relacionados con el consumo de alcohol se producen por beber demasiado, demasiado deprisa o con demasiada frecuencia y son un importante problema de salud pública. Muchas personas luchan por controlar la bebida en algún momento de su vida. Son muchos millones de adultos los que presentan un alto nivel de consumo de alcohol. Además, uno de cada 10 niños viven con padres que tienen problemas con el alcohol.

Debe considerarse acudir a tratamiento cuando el consumo de alcohol está produciendo sufrimiento o daño en uno mismo o en su entorno.

¿Funcionan los tratamientos?

La mayoría de las personas pueden beneficiarse de algún tipo de tratamiento. Al menos un tercio de los que se tratan no presentan problemas más tarde y el resto reducen radicalmente la bebida y presentan muchos menos problemas.

¿Qué tipo de tratamiento para los problemas con el alcohol necesitaremos?

Cuando nos planteamos cómo se tratan  los problemas de alcohol, casi siempre pesamos que las únicas opciones son la de un ingreso en un centro de rehabilitación o seguir un programa que siga los 12 pasos.

En realidad hoy existen una gran variedad de tratamientos disponibles gracias a los importantes avances científicos que se han producido en los últimos 50 años. No existe una solución que se adapte a todo el mundo y lo que funciona en algunas personas no lo hace con otras. Por eso es bueno huir de los dogmáticos que tienen la única solución. 

¿Dónde acudir en busca de tratamiento?

Cuando una persona presenta un trastorno por consumo de alcohol o algún familiar está preocupado por alguien de su entorno tiene varias posibilidades.

  1. Acudir al médico de atención primaria. Es el dispositivo más cercano y quizás el que menos dificultad presenta para acudir, al no tener ningún tipo de connotación negativa. El médico en muchas ocasiones podrá prestarle directamente ayuda y, en el peor de los casos, puede orientarle para acudir a otro centro más específico.
  2. Unidad de Salud Mental. El alcoholismo es una enfermedad del cerebro y, por tanto, estos profesionales están capacitados para tratarlo, aunque en algunos lugares, como en Andalucía, el hecho de que la separación administrativa del abordaje de las adicciones esté separado de los dispositivos de salud lo haga un poco más enrevesado.
  3. Servicios especializados en alcoholismo. Suelen ser equipos interdisciplinares con amplia experiencia en estos problemas y que pueden hacer un abordaje adecuado de los mismos.
  4. Grupos de ayuda mutua. Estos grupos siguen siendo una realidad muy importante en el tratamiento del alcoholismo. En España existen dos grandes grupos. Por una parte está Alcohólicos Anónimos, que se basa en los conocidos 12 pasos, y, por otra, grupos de alcohólicos rehabilitados con una implicación más multidisciplinar en los que colaboran profesionales, rehabilitados y familiares.

Lo ideal es acudir a un profesional que valore el estado de la persona en los aspectos médicos, psicológicos y sociales y que esto se complemente apoyando el soporte familiar y cuando es necesario con grupos de ayuda mutua.

Quiero terminar estas líneas compartiendo algunos enlaces que pueden ser útiles cuando se busca tratamiento. Agradecería que me enviarais nuevos enlaces que pudieran ser de interés.