Aislamiento y confinamiento: Un trabajo de todos y para todos.

El “yo me quedo en casa” es todo un reto que requiere un esfuerzo colectivo y un esfuerzo personal. Debemos convertir estos días extraños en una rutina saludable, que nos permita gestionar nuestras emociones y conductas, para así poder cuidarnos entre todos.

Para poder vivirlo desde la calma y con buena disposición, no olvides que el bienestar emocional también ayuda a nuestras defensas, os planteamos una serie de indicaciones que todos podemos seguir.

-No te dejes arrastrar por la preocupación.

El miedo y la preocupación en su justa medida nos ayudarán a asumir nuestras responsabilidades en cuanto al cumplimiento de lo que supone la alerta sanitaria.

Mantente informado pero no ocupes todo el día en noticias referentes al virus. El miedo puede ser más contagioso que el propio coronavirus.

-Vívelo como una oportunidad.

En este mundo del “corre corre” y “lo quiero ya” el estar en casa es una oportunidad para pararnos, reflexionar sobre lo que verdaderamente es importante, disfrutar de cosas pendientes, como una la lectura de un libro, una receta de un postre, algún proyecto laborar que nos da vueltas en la cabeza, escribir… hasta puede ser una oportunidad para disfrutar ordenando algún rincón olvidado de nuestra casa.

-Organiza y planifica.

Para poder escapar de la soledad, el aburrimiento, la tristeza, la ira, la angustia, que alteran nuestra conducta y dificultan la convivencia, establece una serie de rutinas, que incluyan trabajo, ocio y a ser posible que se diferencien los días laborables del fin de semana, para así poder mantener la sensación de normalidad.

Si tienes niños en casa, hazlos partífices, tanto de las rutinas relacionadas con el trabajo (académicas y domésticas) así las aceptarán mejor, como en las relacionadas con el ocio, incluyendo ocio compartido, como juegos de mesa, manualidades, cocinar, pelis en familia..para evitar el aislamiento si su ocio se basa exclusivamente en videojuegos, tablets…

Mantén los horarios de vigilia-sueño que habitualmente tienes. Inicia el día arreglándote, escapa del pijama lo antes posible.

Organiza junto a las personas que convives tareas, compras, qué vamos a comer, qué película vamos a ver, a qué juego vamos a jugar… pero sin olvidar tener tu propio espacio y tu propio tiempo.

Incluir en esas rutinas actividad física, en cualquier espacio de casa puedes practicar actividades por tu cuenta o con otros, en formato presencial o virtual. También es recomendable incluir un espacio para la relajación, a través de técnicas básicas de respiración, meditación o relajación muscular progresiva. También puedes ayudarte con sesiones guiadas a través de internet.

Mantén las relaciones con familiares y amigos, tenemos muchas herramientas para ello, es una de las mayores ventajas de las nuevas tecnologías. Y haz el esfuerzo para que estas comunicaciones sean desde la positividad.

Ayuda a los demás siempre que puedas…Y no olvides que esto es una situación temporal de la que se pueden sacar cosas buenas.

Asunción Lago Cabana