La hepatitis alcohólica se caracteriza por la existencia de áreas de necrosis celular, es decir de áreas de células muertas, en el hígado. En estas zonas, las células del hígado, hepatocitos aparecen grandes y en su citoplasma aparecen unas fibrillas de naturaleza proteica que reciben el nombre de hialina alcohólica y que aparecen también en la esteatosis hepática, la fibrosis y la cirrosis.

Se produce en alcohólicos que han aumentado su bebida una temporada y los síntomas que aparecen son anorexia,(pérdida de apetito), náuseas y vómitos seguido a los pocos días de dolor abdominal y con una analítica alterada ( elevación de transaminasas, GGT bilirrubina, fosfatasa alcalina, aumento de leucocitos , disminución de trombocitos)

Aunque esto es lo más frecuente la clínica puede ser muy variable y va desde la no presencia de síntomas a poder fallecer por una insuficiencia hepatocelular grave.

La hepatitis alcohólica puede ser aguda ( es la que hemos descrito) o crónica que es muy parecida a una hepatitis de origen viral y que sólo se puede diagnosticar con una biopsia.