En una reflexión anterior, comentaba las dificultades de los alcohólicos para acudir a tratamiento, y que había muchos que no se trataban, pero también es verdad que hay bastantes que sí acuden a tratamiento.
¿Cómo llegan?
La verdad es que son muy pocos los que acuden por iniciativa propia. Las dificultades para acudir al tratamiento también están presentes en los que llegan a algún dispositivo o algún profesional especializado en alcoholismo. Los que llegan suelen venir empujados por alguien.
¿Quien los empuja?
Lo más frecuente es que vengan empujados por sus familias en sentido amplio. Pareja, padres, hermanos, amigos íntimos. En segundo lugar pueden venir enviados por la empresa, a veces como una última oportunidad, antes del despido. También pueden venir, obligados por los jueces o para salvar condenas en el caso por ejemplo de haber cometido infracciones de tráfico. La razón de que tantas personas e instituciones intenten el tratamiento es porque el consumo abusivo de alcohol no sale trae consecuencias negativas al que lo consume sino a todas las personas que los rodean.
¿Qué nos encontramos?
Para las personas que acuden a tratamiento, el alcohol tiene un significado muy importante en su vida y forma parte sustancial de ella, saben que el alcohol les causa problemas, aunque lo nieguen, y que son incapaces de dejarlo. Intuyen que deben dejarlo pero imaginan y piensan que sus beneficios son mayores a los de los prejuicios. Llegan por tanto con una actitud muy AMBIVALENTE.
Quieren que dejen de existir los problemas que el alcohol le causa pero no quieren renunciar a él. También nos encontramos a pacientes que ni siquiera llegan a tener esa ambivalencia. Vienen con una negación completa.
“Yo no tengo ningún problema, la que los tiene es mi mujer” “Bebo como todo el mundo “ “controlo y aguanto más que los demás “
Estos alcohólicos vienen simplemente por cubrir el expediente con la persona que los empuja. En otras ocasiones a la consulta ni siquiera llega a venir el enfermo alcohólico si no un familiar desesperado que busca ayuda. En muchos sitios se les puede decir que no pueden hacer nada por ellos, hasta que no vengan con el paciente. Personalmente considero que esto es un error.
La familia debe ser atendida por dos motivos aunque venga sola, por dos motivos importantes. La persona que vive con un enfermo alcohólico suelen también presentar problemas ella misma, de muy distintas maneras, por lo que debe ser ayudada y tratar de aliviar ese sufrimiento.
- Si esa persona es ayudada y orientada existe muchas posibilidades que con el tiempo puedan conseguir que su familiar acuda a tratamiento.
¿Que debemos hacer?
Lo más importante es escuchar , comprender y entender. Tanto el enfermo como a sus familiares que además de su sufrimiento han pasado por un sin fin de lugares donde no han sido escuchados, ni atendidos. Han oído consejos, amenazas y reproches pero nunca han sido entendidos y esto es algo que perciben desde el primer momento de cualquier entrevista. Si se sienten entendidos , perciben que en ese lugar pueden ser ayudados y podemos comenzar un proceso que será largo pero que puede llegar a buen puerto. Tendremos que empezar por ir cambiando la motivación y hacerle ver que su recuperación es posible y que a veces es más fácil empezar que pensar e imaginar. [Tweet «El tratamiento es posible y merece la pena.»]
Dr. Reina, excelente articulo. Que razón tiene Ud. cuando dice » Quieren que dejen de existir los problemas que el alcohol le causa pero no quieren renunciar a él » , desgraciadamente esto es imposible para el alcohólico, más bien siempre van a más los problemas o los riesgos.
Que no se autoengañe nadie, se llega a tratamiento o se pide cita con un profesional ( Psiquiatra ) cuando se toca fondo, Ya lo he comentado otras veces, en mi caso personal, cuando volvía a casa o me quedaba a dormir en mi oficina ( tengo cama ) y sabía que la había liado la tarde o noche anterior, es decir había hecho cosas que no debía haber hecho estando borracho, me venía el sentimiento de culpabilidad exclusivamente por haberme puesto en riesgo, con los problemas que ello conlleva. No por haberme emborrachado, eso ya uno lo tiene tan asimilado que es lo de siempre…………..
Así somos, lo queremos todo y todo no puede ser, queremos beber porque es nuestra gasolina en nuestro día a día y no queremos que nos ocurra nada, es cuestión de meses o años que se toque fondo.
Yo toqué fondo en una cena con mi familia política, acabé perdiendo el control con un ataque de ira brutal, no hubo manera de calmarme, tuve que irme a mi casa solo andando y no me pude calmar hasta que me metí en la cama, creo que estuve como 1 hora o 45 minutos fuera de si. Lo cierto es, que antes de ir a esa cena, estuve bebiendo unas cuantas cervezas entre otras cosas……..
Al día siguiente, cuando me desperté y recordé la que había liado, tuve que dar la cara y pedir disculpas. Tuve que reconocer que tenía un problema con el alcohol y que se me había despertado la ira violentamente en los meses anteriores. Una vez hecho esto, me puse en contacto con una Psiquiatra de mi mutua para ver que me estaba pasando con la ira.
La ira no ha vuelto más desde que dejé el alcohol. Todo esta relacionado, el alcohol es el catalizador de todos nuestros males.
Sin embargo, podría poner la mano en el fuego, a que si no hubiese sucedido lo que ocurrió esa noche en esa cena, no hubiese ido a la Psiquiatra, y por consiguiente no hubiese dejado el alcohol. Pero a esta suposición, la pregunta es, cuando hubiese sido la próxima vez ?????, porque siempre existe ese día donde se toque fondo, lo lamentable es que tengamos que abrir los ojos cuando el daño ya esta hecho con creces.
No me quiero imaginar, el tocar fondo habiendo hecho daño a alguien con el coche, haciéndomelo yo mismo o cualquier otra desgracia. Cualquiera tiene luego la serenidad de decir hasta aquí he llegado con el alcohol.
Por eso siempre digo, que cada alcohólico es un mundo, cada uno tenemos vidas completamente diferentes, unos tenemos más que perder que otros, que los que tenemos mucho a perder, pues con más razón para decir se acabó ya el beber, que se pueden hacer las mismas cosas sobrio, pero con una gran diferencia, con control absoluto sobre nuestros actos y decisiones.
EISENMANN
Gracias Eisenman por tu comentario. Explicas muy bien cómo conseguiste parar de beber y los beneficios que has producido. Enhorabuena por tu abstinencia y por compartir con otros tu experiencia
Buenas noches Dr. Reina, no se merecen. Creo que es importante que otros afectados lean y comprendan que salir de esta adicción es posible y relativamente sencillo, siempre y cuando deseen recuperar la normalidad en sus vidas. Yo pienso que en la vida todo tiene su momento, y cuando las cosas se desvirtuan peligrosamente por una adicción hay que ponerle freno de raíz, de lo contrario todo irá a peor, y hay determinadas consecuencias que no tienen marcha atrás.
Mi Psiquiatra me recordaba siempre la suerte que tuve en todos esos años de locura , jamás una multa por alcoholemia, nunca una pelea, tampoco un accidente de tráfico, eso sí, dilapidé lo no que no esta escrito. No me arrepiento en absoluto de la vida que llevé, de hecho era totalmente normal para mí, pero siempre se quiere más y más. En estos 2 años de abstinencia, mi vida es mi trabajo, mi mujer e hijo de 5 años y mi familia en general.
Al final uno se acaba dando cuenta que cuidado con los riesgos, que siempre están ahí y llegan cuando menos te lo esperas, y luego que ???, a lamentarse????.
Un abrazo!!!!
EISENMANN