La desintoxicación alcohólica

Con frecuencia, suelo insistir en la colaboración de los profesionales y las asociaciones de autoayuda.

A nivel teórico existe un gran consenso por todo el mundo en esta colaboración. En la práctica las cosas no están tan claras, y con frecuencia aparecen auténticas luchas entre unos y otros llegando a producirse una auténtica confrontación en lugar de la colaboración deseada, tratando de excluirse los unos a los otros, en perjuicio de los enfermos.

La desintoxicación es uno de los momentos del proceso terapéutico donde esta colaboración aparece con más urgencia e importancia, porque puede peligrar la vida del alcohólico.

Una vez que el alcohólico está dispuesto a tratarse, el primer paso será dejar el alcohol y mantener la abstinencia. Este proceso es el que denominamos desintoxicación.

La desintoxicación es el conjunto de medidas tanto ambientales como farmacológicas que permitan que el enfermo alcohólico interrumpir su consumo habitual de alcohol , sin presentar signos, ni síntomas de abstinencia.

Lo primero que debemos valorar es cuales van a ser las repercusiones que tendrá el abandono del alcohol en el sujeto, para poder evitar los riesgos que la deprivación alcohólica representa.

Con una buena entrevista, y una buena exploración, podremos valorar cual es la situación en que el alcohólico se encuentra, evaluando los posibles riesgos físicos y psicológicos que pueden presentarse.

Los objetivos de la desintoxicación son los siguientes:

  1. Suprimir el alcohol del organismo
  2. Vigilar y paliar las posibles consecuencias negativas de la deprivación
  3. Reconstruir lo más rápidamente posible la situación metabólica alterada por el alcohol
  4. Aprovechar la especial situación personal de ese momento para trabajar con intensidad la motivación

A continuación, tras la primera evaluación de riesgos, deberíamos de valorar, el lugar donde la desintoxicación se va a realizar. Puede hacerse.

  1. Hospitalaria
  2. Domiciliaria
  3. Ambulatoria

1.- La desintoxicación hospitalaria es la potencialmente más rápida y completa.

En ella se pude conseguir un mejor control del consumo de alcohol, mayor seguridad ante las posibles complicaciones y da mayor posibilidad de chequeos médicos en caso de necesidad.

Sin embargo por diferentes motivos no es la más usual. Suele reservarse sólo a los casos en los que existen algunas indicaciones muy concretas.

  • Pacientes con una dependencia muy intensa. Dado que en ellos es muy posible la aparición de un delirium tremens durante la desintoxicación, y este cuadro, puede provocar la muerte, si no es atendido convenientemente, en un medio hospitalario
  • Cuando exista una patología orgánica asociada que pueda poner en peligro la vida del paciente
  • Cuando existe una patología social o social importante que va a impedir que se mantenga la abstinencia, y esta se vea interrumpida antes de concluir la desintoxicación.
  • Cuando exista una patología psiquiátrica asociada que requiera por tanto un mayor control

Las principales dificultades para realizar este tipo de desintoxicación, son principalmente , la dificultad del paciente para aceptarlo, las dificultades administrativas que suelen presentarse en las Instituciones Públicas y el elevado coste en las Instituciones privadas.

2.- La desintoxicación domiciliaria es la menos frecuente.

Es la que se realiza dentro del hogar. La familia toma el protagonismo apoyada por los profesionales que le dan indicaciones y pueden realizar algunas prescripciones, como poner un goteo, o inyectar alguna medicación.

Es más económica que la hospitalaria y con ella se consigue además una mayor implicación de la familia y es más fácil de aceptar por parte del paciente.

3.- La desintoxicación ambulatoria.

Es la más frecuente, y se realiza casi en el 95 por ciento de los casos. Es la más económica y la que compromete más personalmente al paciente y puede crear unos vínculos mayores con el equipo terapéutico.

Desde el principio y antes de iniciar la desintoxicación en cualquiera de los ámbitos de los que hemos hablado es muy importante, dejar claro tanto al paciente como a la familia, que la desintoxicación, no es el tratamiento del alcoholismo. Sólo es el comienzo.

Es muy importante dejar esto muy claro e insistir una y otra vez, porque si no lo hacemos, es posible que no se continúe el tratamiento , el riesgo de recaída será muy grande y la frustración de la familia tan grande que puede llevarle a tirar la toalla.

En el próximo post hablaremos de la parte más importante y extensa del tratamiento. La deshabituación

Referencias bibliográficas.-

  • Rodríguez Martos A, “ Manual de Alcoholismo para el médico de cabecera” Edit Salvat. 1989
  • “Guía de Buena Práctica Clínica en Uso y abuso del alcohol .” Coordin. -FranciscoToquero y Julio Zarco. Ministerio de Sanidad y O.M.C. 2006
  • “Estrategias en el tratamiento de desintoxicación alcohólica” J. Vadés-Stauber ; Adicciones , 2003,vol.15 n.4 pp.365-368