En la presentación de este blog os decía “Pretendo que esté abierto a todo tipo de opiniones, siempre que estas sean respetuosas, pues la experiencia me dice, que son muchas la formas de poder ayudar en esta materia.

                No existe un tratamiento único, que pueda ser efectivo para todos los alcohólicos, en sus distintas etapas evolutivas, y situaciones socio laborales;  por eso todos los que nos dedicamos a abordar estos problemas, profesionales, afectados, familiares y voluntarios debemos de apoyarnos para conseguir entre todos un mejor resultado.

                Esta es la pretensión de este blog, ser un punto de encuentro y de colaboración de todos los interesados en estos asuntos”

Para recalcar esta idea, hace algunas semanas, os pedía colaboración en el blog y muchos de  vosotros la ofrecíais enseguida. Algunos os ofrecíais a escribir sobre vuestras experiencias.

En la entrada de hoy os dejo la experiencia de Javier, recién comenzada su abstinencia  a la que seguirán la de otros.

 

Hola.

Soy Javier. Soy alcohólico.

Cuando yo era niño veía un borracho por la calle y decía. ! Qué asco !

Cuando fui adolescente y jovencito ya apuntaba maneras, como los novillos.

No se cuando empecé a ser alcohólico por que de éso nunca se da uno cuenta.

Cuando todo el mundo sabía que era alcohólico el único que no lo reconocía era yo.

Echando la vista atrás recuerdo mis treinta años. Trabajador, triunfador, esposo , padre…

Pero no sabía o no quería saber que era alcohólico.

A los cuarenta años aproximadamente supe y reconocí por primera vez que era alcohólico. ( Pobre de mi)

Por mi culpa y de la botella ( mas mía que de la botella, porque las botellas existen) perdí esposa, familia… y un largo etcétera ( como decimos todos)

Cuando reconcí ser alcohólico mi vida cambió.  Para todos era obvio menos para mí.

Hice un tratamiento de rehabilitación con un amigo psicólogo y estuve en abstinencia tres años.

Pero ésto no perdona . Ser alcohólico es como ser diabético, es para toda la vida.

Durante éstos tres años recuperé la confianza de mi mujer y de mis hijos.

Y cuando todo iba bien, llegó la excusa .

Un trágico acontecimiento en mi vida me llevo a recaer ( ja, ja,ja) Autoexplicación habitual de todos nosotros.

Todo lo que había recuperado lo volví a perder en los tres años que estuve borracho.

Me volví a poner en tratamiento con nuestro buen Amigo Dr. Reina y nuestra buena Amiga Choni Lago .

Y empezamos a trabajar. Llevo tres meses en abstinencia. Con trabajo y esfuerzo como solemos decir.

Pero ése trabajo y esfuerzo será para nosotros todos los días de nuestra vida, como el comer. Por lo tanto  no debe ser así, si no lo habitual para nosotros. Como dicen los eruditos en ésta materia.
No es trabajo sino forma de vida.

Todos recordamos con alegría estando ebrios, lo simpáticos y agradables que éramos, los chistes que contábamos y lo bien que caíamos a la gente. ( Mentira cochina que nosotros desconocíamos y que ahora nos damos cuenta cuando estamos sobrios)

En éstos tres meses y medio creo haber recuperado un poco la confianza de mis hijos, no así la de mi ex mujer, que está escarmentada. Si soy capaz de seguir en abstinencia lo veremos.

Ahora, hoy , pienso en mi vida como en una pesadilla pasada por mi culpa primero y por que el alcohol existe.
Pero miro hacia adelante » para atrás ni pa coger carrerilla » y pienso que si soy capaz de no volver a beber, seré un hombre normal, como lo era antes, un hombre normal alcohólico.
Tenemos que ser duros con nosotros mismos como es la sociedad que nos contempla .

Nadie tiene piedad con nosotros.

Nosotros tampoco la tendremos con nosotros. Reconocer ante quien nos quiere y ante quien nos trata nuestra enfermedad y día a día continuar.

Si es así nuestra vida volverá a ser de otra manera, como lo fue. Si no ,volvemos a estar en el fondo del pozo ,como lo estuvimos. Los alcohólicos nos reconocemos a nosotros mismos igual que reconocemos a los que creen no serlo y lo son porque hemos estado en ese papel.

La sociedad también nos reconoce. Ésto no tiene cura. La única cura que existe somos nosotros mismos a diario.

No se trata de sufrir porque bebés y cuando no bebes seguir sufriendo porque lo necesitas.

Se trata de no sufrir ni hacer sufrir. Y ésto sólo está en nuestras manos, con la ayuda de buenos profesionales pero en nuestras manos. Todos tendremos nuestras reflexiones ,parecidas o no, pero en abstinencia todos queremos lo mismo. Ser como los demás. Y podemos, todos podemos, hagámoslo.

Cada cual tendrá su motivo, pero todos tenemos alguno.

Ésta es mi opinión, yo no soy médico, soy carpintero y no sé de ésto, pero quiero expresaros mi sentimientos.

Javier.