La negación es uno de los aspectos más complicados para iniciar el tratamiento de la adicción es, por parte del paciente, reconocer el problema. Una de las principales razones por las que el paciente no inicia un tratamiento es porque la persona niega de manera rotunda que las drogas hayan tomado el control de su vida.

La negación o autoengaño es un mecanismo de defensa, propuesto por Sigmund Freud, que se produce en los adictos, para disminuir la ansiedad y el dolor que le causa su adicción. El adicto se siente incapaz de asumir las conductas que realiza y tiene que ocultárselas para evitarse más sufrimiento y suelen ir unidos a otros mecanismos como la justificación, la minimización, la racionalización, y la proyección.

Es la razón principal por la que personas con problemas de abuso de alcohol o sustancias controladas no buscan ayuda. La negación es fácil de detectar. La situación amenazante o incómoda y sus consecuencias están muy claras para todos, menos para la persona en negación. Esto es evidente, especialmente cuando hay problemas de abuso de alcohol o sustancias o tabaquismo. Los adictos desean intensamente creer que son personas aceptables para sí mismas y para los demás, de este modo se ciegan a todo lo que podría avergonzarse. Hará cualquier cosa para proteger su imagen de buena persona, aunque esto signifique ignorar la realidad

La negación no existe sólo en las adicciones. Es un mecanismo que aparece frecuentemente cuando nos enfrentamos con la muerte propia o de un ser querido. Es el mecanismo que aparece con frecuencia al principio del duelo. Clásicamente la negación es la primera etapa por la que pasa la persona que sufre un duelo, como estableció Elisabeth Kübler-Ross

En cualquier cosa que pueda provocar vergüenza siempre existe consciente o inconscientemente, la negación. Negamos aquello que no nos atrevemos a ver

El grado de negación puede variar, siendo más o menos grave, pero en algunos casos la negación puede ser tan grande que una persona puede seguir diciendo que no es adicta a pesar de haber perdido su trabajo y su familia a causa de su adicción.

Para poder mantener la negación que les permite seguir consumiendo, culpan a los demás o a las circunstancias de las consecuencias negativas. Por ejemplo, culpan a su pareja de la ruptura o a su jefe de ser excesivamente intransigente y dictatorial.

Podríamos decir que negar es un mecanismo inconsciente de autoengaño por el cual escondemos a los demás, pero también y en especial a nosotros mismos, algo de la realidad que consideramos una amenaza a nuestra seguridad o a nuestra estabilidad: física, psíquica, emocional, laboral, económica o la que sea. Y lo hacemos por la razón que sea: porque nos angustia mucho, nos produce tristeza, miedo o culpa; por comodidad para no tener que asumir una responsabilidad o tal vez admitir alguna incoherencia interna; o por soberbia e inseguridad, porque no queremos dar el brazo a torcer y aceptar nuestros errores, entre otras muchas motivaciones.

Para los Narcóticos Anónimos (NA) “ La negación es la parte de nuestra enfermedad que hace que nos resulte difícil, sino imposible, reconocer la realidad. Durante nuestra adicción, la negación nos protegía de ver en qué se había convertido nuestra vida. Solíamos decirnos que, si se daban las circunstancias correctas, aun podíamos controlar nuestra vida. Como éramos hábiles para defender nuestras acciones, nos negábamos a asumir la responsabilidad por el daño que causaba nuestra adicción. Creíamos que si lo intentábamos con fuerza, si sustituímos una droga por otra, si cambiábamos de amigos, de vivienda o de empleo, nuestra vida iba a mejorar. Estos pretextos nos fallaron repetidamente, pero continuamos aferrados a ellos. A pesar de la evidencia, negábamos tener un problema de drogas. Nos engañamos, creyendo que podíamos consumir de nuevo sin problemas. Justificamos nuestras acciones, a pesar de las ruinas creados por nuestra adicción “ (NA, 1997: 7-8).