Dado que el alcohol altera el funcionamiento del cerebro y va tomando progresivamente su control, haciendo que cada vez sea más difícil resistirse, cualquiera puede ser preso de la bebida.

Es importante desprenderse de las imágenes estereotipadas y comprender que la dependencia al alcohol puede afectar a la gente en cualquier momento de su vida. En Europa se estima que aproximadamente el 3,4 % de los adultos (o sea, unos 14 millones de personas) son dependientes del alcohol. Algunos indicios de ésta dependencia podrían ser los siguientes:

  • Emborracharse periódicamente
  • No poder dejar de beber una vez que se ha empezado
  • Beber más que antes
  • Haber perdido el interés por otras cosas a causa del alcohol
  • Beber sólo
  • Buscar excusas para beber
  • Fallar a los demás como consecuencia de la bebida
  • Oler a alcohol durante todo el día
  • Sentirse culpable por beber
  • Despertarse por la mañana con temblores.

Cuando se detectan en uno mismo, algunos indicios es conveniente ir al taller a revisarse. Si lo hacemos con el coche al menor contratiempo ¿porqué no hacerlo con nosotros?